Sunday, May 1, 2011

En Puerto Rico el gasoducto explotó

Cuando pequeño mis padres me enseñaron que en la vida es necesario poner el buey frente al carretón, y que la verdad es la mejor medicina para poder ser exitoso.
El gobierno de Puerto Rico ha faltado ante esos preceptos inmemoriales en la presentación del proyecto del gasoducto ante el pueblo de Puerto Rico y las dudas del pueblo y la falta de confianza ante las ponencias del gobernador Fortuño se sintetizaron en una magna demostración, el pasado domingo en el pueblo de Adjuntas en contra del proyecto.
Ante la magna oposición de la mayoría de los puertorriqueños me parece imprudente el que el gobernador continúe impulsando un proyecto donde el mayor beneficiario es uno de sus compañeros de juventud, quién, por cierto, carece de experiencia en este tipo de proyecto, que presenta riesgos ambientales, estructurales, y, sobre todo tiene el potencial de afectar las fuentes del karso en la Isla.
El que el gobernador haya recurrido a criticar al grupo ambientalista Casa Puebla en vez de presentar argumentos de valía, es causa primordial para entender la falta de información que plantean sus argumentos.
Esta semana mientras presentaba el proyecto como la solución idónea al problema energético en la Isla, ofreciendo supuestos ahorros en la factura mensual a los consumidores, ahorros que han sido debatidos por estudiosos sobre la materia, el gobernador contestó a una pregunta sobre un accidentado proyecto de gasoducto en Egipto, diciendo este producto no está siendo construido en Egipto, sino en los Estados Unidos.
Con su contestación, claramente, el gobernador demostró su falta de tacto al criticar abiertamente al pueblo egipcio sobre falta de habilidades que el seguramente desconoce.  Más aún, el gobernador parece olvidar que Egipto es un pueblo de trascendencia milenaria y con ramificaciones históricas muchísimo más profundas que los Estados Unidos, pero también el gobernador obvió el que los egipcios ingeniaron las pirámides, una de las siete maravillas creadas por el hombre.
Es obvio que el proyecto del gasoducto carece de legitimidad, tanto a nivel científico como social, y que el argumento del gobernador, convenientemente olvidó que en septiembre del 2010, la explosión de un gasoducto en San Bruno, California (USA) destruyó 38 hogares y dejó un saldo de cuatro muertos.  Durante los últimos cinco años 60 personas han muerto por causa de explosiones de tuberías de gas en la nación americana, y estudios señalan que los números en el resto del mundo como incalculables.  Quién olvida la explosión, en el pueblo de Rio Piedras, donde fallecieron 33 personas en el 1996, yo claramente recuerdo como la explosión retumbó en mi entorno y me encontraba a una distancia considerable del lugar.
Pero las consecuencias de este tubo sobrepasan los términos que se miden exclusivamente en término de pérdida personal.  Adicionalmente, el tubo ha de afectar a un sector importantísimo de la tierra puertorriqueña, e incluso se construye sobre una falla en el suelo boricua y sus efectos sobre el mineral karso, definitivamente, han de añadir un nuevo listado a los problemas de salud y el medio ambiente de la sociedad puertorriqueña con los que tendremos que vivir por las próximas generaciones.
El karso se caracteriza por la disolución caliza que crea ríos subterráneos, cavernas y sumideros. Esas formaciones geológicas producen deslizamientos naturales y son de gran inestabilidad. La intervención humana mediante movimientos de tierra, las alteraciones a los patrones hidrológicos y la instalación de peso, propician previsibles eventos catastróficos.
Un artículo de Jessica González en el Nuevo Día de la pasada semana presentó un indebatible argumento en contra de la construcción del llamado tubo de la muerte, pero en particular sobre lo que respecta al karso.
Hay que recurrir a la historia reciente, para recordar las desgracias ocasionadas por la construcción de proyectos sobre el karso puertorriqueño, dice el artículo.  Todos ellos fueron erigidos contando con permisos de dudosa legalidad, con procesos ambientales amañados y con las advertencias de científicos, tal y como ocurre con el gasoducto.

Manatí: el enorme colapso de un sumidero provocó que éste se tragara los patios de varias casas en la Urbanización Monte Verde. Los residentes de la propiedad más afectada se encontraban dentro de sus hogares y sólo el estruendo de la tierra, bondadosa como es que prefirió expresarse durante el día, sirvió de aviso para que salvaran sus vidas. Presenciaron cómo parte de su vivienda y otras pertenencias, caían precipitadamente y desaparecían dentro del enorme orificio. Otras casas fueron igualmente afectadas y tuvieron que ser demolidas.

Corozal, Urbanización Valle de Aramaná: casas de nueva construcción comenzaron a recibir cataratas de agua provenientes de un riachuelo enterrado. Esas escorrentías llenaban los pozos sépticos que se ubican a niveles más bajos, provocando que las aguas sanitarias regurgitaran por bañeras y fregaderos, provocando además considerables deslizamientos. El CDT del municipio tuvo que desalojarse permanentemente por las mencionadas razones geológicas.

Morovis, barrio Unibón: un desarrollador removió la base de una ladera, arrastrando tras de sí varias casas que allí estaban hacía décadas y se llevó además consigo, la carretera estatal del sector. Una familia, desde entonces, permanece sin hogar, refugiada, exilada, a causa de un crimen ambiental avalado por el Estado.
Verdaderamente el único beneficio que es claro en el momento con la construcción del llamado tubo de la muerte es el que se hace tangible en los bolsillos de los contratistas envueltos en el proyecto, que definitivamente han de gestionar cantidades millonarias para su beneficio personal, a un costo majestuoso e irreparable para el pueblo.
Por supuesto, aunque el gobernador Fortuño se mostró en oposición a un proyecto similar durante el pasado cuatrienio mientras era candidato a la gobernación, en esta ocasión sus intereses se encuentran con su lógica de aquél entonces.
En aquella ocasión le aplaudí ya que entendía que su postura respaldaba los mejores intereses nacionales.  Ahora, dos años y medio más tarde, me doy cuenta que el solamente defendía los intereses económicos de sus secuaces, y que su oposición en aquél entonces respaldaba a intereses creados.
En Puerto Rico, el caso del gasoducto ha sido llevado como si existiera una emergencia energética en el país, dándole al gobierno carte blanche en todo lo que refiere a su diseño y construcción, e incluso rechazando los estudios ambientalistas como materia de discusión de poca importancia en el proceso decisional.
En Adjuntas, nuevamente, el pueblo habló sobre su desagravio ante la construcción del gasoducto, y cualquier movimiento del señor gobernador que insista a continuar con la construcción de este proyecto es en claro y encontrado desagravio con la voluntad del pueblo que lo eligió.
Este caso del gasoducto, en mi opinión, ha llegado a su punto de ebullición y a la cúspide de su discusión frente al pueblo, a mí entender el proyecto está nati-muerto, en lo que a los intereses del pueblo concierne y, a pesar de todos los esfuerzos del gobernador, el gasoducto, ya explotó.
Director de Turismo advierte fotografías comerciales necesitan permisos

En enredo se convirtió la discusión sobre los permisos para tomar fotografías en varios lugares de San Juan, capital de Puerto Rico, durante esta semana.
Algunos hasta decían que había pasado una ley que evitaba el tomar fotografías en la capital-
Ese no es el caso, ya que desde el 1999, los tiempos cuando el actual gobernador de la Isla, Luis G. Fortuño ejercía como director de la Compañía de Turismo, existía un mandato que exigía un permiso para tomar fotografías en el Paseo de la Princesa y la Ventana al Mar a producciones fílmicas y comerciales.
Aunque no definió comercial (que pueden incluir las fotos de bodas, quinceañeros y graduaciones), González Lafuente, actual director de la agencia, sostuvo que "los únicos permisos que se gestionan a través de la Compañía de Turismo son aquellos relacionados a producciones fílmicas y comerciales para las áreas del Paseo de la Princesa y la Ventana al Mar".
"Esto garantiza planificación efectiva, coordinación con las autoridades pertinentes, establecimiento de perímetro y seguridad, entre otros", aseguró el Director de la Compañía de Turismo.
González Lafuente dijo que "a la Compañía de Turismo le complace que todos los días, miles de personas toman fotografías de áreas turísticas. Dichas fotografías son recuerdos memorables de los atractivos turísticos que ofrece Puerto Rico, muchos de ellos patrimonio de nuestro pueblo”.
Sin embargo, deberán hacerlo, según los guardias de seguridad de los lugares, sin equipo profesional como trípodes y lentes.

Pierluisi llama a la batalla a la juventud estadista

La división dentro del pueblo de Puerto Rico se siente dentro del seno de la politiquería que corroe a la naturaleza propia de la fibra boricua.  Es inminente que esa división se palpa claramente dentro de los argumentos entre populares y penepés, los proponentes de los partidos de mayoría en Puerto Rico.

Esta semana, el comisionado residente, Pedro Pierluisi, le echó leña al fuego al instar a la juventud penepé a batallar contra el ELA durante las elecciones sobre otro referéndum, el cuarto desde 1967, señalado por el gobernador para el mes de noviembre.

Estas consultas, que siempre han rechazado a la estadidad como opción en la preferencia del pueblo puertorriqueño, se hacen necesarias en cada ocasión en que el Partido Nuevo Progresista, proponente de la estadidad federada para Puerto Rico alcanza el poder, como es el caso durante este cuatrienio,

“Si queremos conseguir la estadidad tenemos que ganar las próximas elecciones. No podemos entregarle las riendas de Puerto Rico a quienes nos llevaron al desastre y a quienes no interesan resolver el status de nuestra Isla.  El PNP tiene que gobernar para lograr la Estadidad… Hay que remar juntos, hay que luchar juntos, hay que batallar contra el ELA”, expresó Pierluisi, durante la Convención de la Juventud Estadista que se celebra en Ponce.
“Nosotros somos mayoría.  Tenemos que demostrar nuestra fuerza.  Porque es la mayoría de los puertorriqueños la que tiene que reclamar un cambio de status.  Para lograr la estadidad tenemos que lograr los votos, tenemos que ganar y pedir la estadidad”, agregó Pierluisi.
“No hace sentido dejar fuera a nadie, a ninguna opción.  Vamos a permitir que todos  (las fórmulas ideológicas) se expresen porque si no, se pone en entredicho la expresión del pueblo. Tiene que ser inconsecuente quien se oponga.  El reto es ganar.  Y ganarle a todas las opciones, sean las que sean y vengan de donde vengan.  ¡A todas!”, manifestó Pierluisi.
Interesante que mientras el comisionado residente rechaza las intervenciones del congresista Luis Gutiérrez sobre el situación de Puerto Rico en Washington como una intromisión, el hace lo propio en Puerto Rico, donde su candidatura carece de inherencia.  No es fácil entender los argumentos de algunos políticos.